La campaña presidencial chilena entró ayer en la recta final con el conservador Sebastián Piñera como el favorito para ganar las elecciones del domingo 19 de noviembre y, eventualmente, la segunda vuelta un mes después si es que no alcanza en primera ronda el 50 por ciento más uno de la votación. Piñera, que ya gobernó entre 2010 y 2014, y otros siete candidatos se disputan los votos de poco más de 14 millones de chilenos habilitados para participar en los comicios, donde el sufragio es voluntario. "Vamos a ganar esta elección para la que nos hemos preparado durante mucho tiempo", aseguró ayer el ex presidente, quien, de acuerdo con casi todas las encuestas, ganarÃa cómodamente la primera vuelta con entre un 40 y 45 por ciento, cifra todavÃa insuficiente para que evite la segunda vuelta del 17 de diciembre si ninguno de los candidatos logra la mayorÃa absoluta.
Es tal la confianza del dirigente conservador que dijo saber desde ya qué es lo que va a hacer "desde el primer dÃa" cuando asuma por segunda vez la presidencia de su paÃs el 11 de marzo de 2018. En la eventualidad de una segunda vuelta, Piñera se enfrentarÃa al periodista Alejandro Guillier, el candidato de un oficialismo que llega fragmentado a estos comicios y a quien los estudios de opinión asignan entre un 20 y un 25 por ciento. "Una diferencia de 25 puntos entre uno y otro no es una buena diferencia, es muy difÃcil de alcanzar", dijo José Miguel Insulza, ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El también ex canciller, quien es candidato a senador por su partido, el socialista, en una región del extremo norte del paÃs, señaló que en una segunda vuelta se tiene que juntar toda la centroizquierda. Además de Guillier, en primera vuelta participarán la senadora Carolina Goic, presidenta del Partido Demócrata Cristiano (PDC), la principal formación del oficialismo, que, sin embargo, se apartó del bloque por diferencias internas con algunos de sus integrantes, entre otros con el Partido Comunista.
Los chilenos encontrarán también en la papeleta los nombres de la periodista Beatriz Sánchez, quien representa al Frente Amplio, un conglomerado que reúne, entre otras agrupaciones, a los verdes, humanistas y liberales de izquierda. También presentaron sus candidaturas el ex socialista Marco EnrÃquez-Ominami, quien se postula por tercera vez a la presidencia; Eduardo Artés, un ardiente defensor del régimen de Corea del Norte, por el Partido Comunista Acción Proletaria; y el senador Alejandro Navarro, del izquierdista partido PaÃs, un declarado aliado del gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro. El octavo candidato a la presidencia de Chile es José Antonio Kast, un diputado ultraconservador que admira al régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
En los últimos tramos de campaña Piñera anunció su intención de eliminar múltiples puestos de funcionarios públicos y varios programas sociales instaurados por el actual gobierno, aunque no precisó cuáles, para financiar asà las medidas que lleva en su programa electoral. El ex presidente también hizo pública su intención de frenar la reforma educativa que se enfoca en la gratuidad, aunque declaró que los estudiantes que ya se hayan visto afectados no perderán sus beneficios.
Durante su gestión podrÃa esperarse un viraje en el apoyo a temas como matrimonio igualitario con derecho a adopción, impulsado en el Congreso por la actual presidenta Michelle Bachelet. Como polÃtico conservador, ha manifestado que el matrimonio debe llevarse a cabo entre un hombre y una mujer y que lo mejor para los niños es tener una familia con un padre y una madre. Y aunque Bachelet logró despenalizar el aborto en tres causales, Piñera se opuso a la reforma mientras fue presidente y ahora la ultraconservadora UDI sugirió que buscarÃa introducir cambios en la ley de aborto para modificar el acompañamiento psicológico brindado a una mujer o adolescente interesada en practicarse el procedimiento.
Junto con las elecciones presidenciales se renovará por completo la Cámara de Diputados, que sube de 120 a 155 miembros, y parcialmente el Senado, que aumenta de 38 a 50.
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